La industria responsabiliza a los sindicatos y pide que levanten la medida
Este viernes se están cumpliendo cuatro días del paro llevado adelante por tiempo indeterminado por trabajadores aceiteros, sin que se avizore un diálogo entre las organizaciones gremiales y el sector empresario. Al tiempo que crece la tensión, porque son miles los camiones que se hallan al borde de las rutas sin poder descargar y decenas de barcos sin poder cargar.
La industria aceitera expresó que lamenta profundamente la falta de diálogo y y voluntad real de llegar a un acuerdo. “Es menester levantar la medida de fuerza para retornar a la mesa de negociación”, señalaron desde el sector empresario.
“Esta falta de vocación gremial le sigue descontando ingresos a miles de trabajadores aceiteros, que se sorprenderán al ver menguados sus ingresos a fin de este mes”, advirtieron desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
«A los transportistas les decimos lo mismo, y es que hay un solo responsable para los males que sufrirán sus familias este mes: los líderes sindicales, que tomaron medidas de fuerza intempestivas, sabiendo que nadie podía evitar que colapsen las rutas y las terminales. El daño económico a miles de transportistas y vecinos es absolutamente mayor a cualquier pretensión salarial real”, recalcaron las entidades empresarias.
La industria insiste con una oferta de aumento supera la expectativa inflacionaria de los próximos meses: 12% a julio y 5% a septiembre, que acumulan 94% sobre una inflación proyectada menor.
“Reiteramos el pedido de que se levante la medida ahora y que los líderes sindicales vuelvan a la mesa de negociación para retomar el trabajo normal”, insistieron.
Desde CIARA-CEC estimaron que la medida de fuerza está provocando al sector un costo diario superior al millón de dólares.
Pero el sector empresario no es el único que está siendo perjudicado económicamente: se estima que por cada barco que no puede cargar el sobrecosto es de 50.000 dólares por día, en tanto que las pérdidas del transporte ascenderían a 500 millones de pesos, siendo afectados unos 24.000 transportistas.
Hasta el momento no hay perspectivas de que autoridades del Ministerio de Trabajo dispongan una conciliación obligatoria.
