El sacerdote Hugo Segovia es el actual capellán de ese establecimiento, donde reside
Hugo Segovia, un sacerdote oriundo de Punta Alta que dejó su huella en Miramar y Mar del Plata, celebró este miércoles sus 92 años de vida cantando en el Hogar “Dr. García Landera” de Necochea, donde reside hace una década y del cual es actualmente capellán
Recuperado de un fuerte golpe en la cadera sufrido hace dos años, pero cuidándose para evitar una nueva caída, el sacerdote compartió una jornada junto a otras personas que residen en ese hogar de la Ruta 86, como así también de Oscar Bravo, vecino que todas las semanas asiste al lugar para cantar, y de Eduardo García Rapp, un permanente colaborador del establecimiento que está a cargo de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
“Coco”, como es conocido desde que vivía en su Punta Alta natal y como lo llama en confianza el obispo Gabriel Mestre, no sólo tiene una sólida formación académica, sino que mantiene su interés en la música, el teatro y el mundo del espectáculo. Y se animó a cantar a capella algunos tangos en la fecha de su cumpleaños.
Segovia supo ganarse el cariño de las comunidades en que ejerció como sacerdote, luego de haberse visto forzado a abandonar Punta Alta, en 1976, tras haber sido amenazado por la dictadura militar, a punto tal que sufrió dos atentados en la casa de su madre, por adherir a un determinado sector de la Iglesia Católica, diferenciado del ala más conservadora.
Estuvo 12 años en Miramar (entre 1980 y 1992) y otros 18 años en Mar del Plata, en la Parroquia San Carlos Borromeo (entre 1992 y 2020).
Se formó en Roma, de donde regresó a la Argentina como licenciado en Derecho Canónico.
En 2009 fue declarado “ciudadano ilustre de Mar del Plata”, en reconocimiento a “su extensa y comprometida labor social a favor de la comunidad”.
Fue coordinador del Consejo Municipal de Cultura en esa ciudad entre 2002 y 2006.
También fue miembro honorario de Signis Argentina (Asociación Católica para la Comunicación) y fue presidente de la Organización Católica Internacional del Cine.
Ejerció como profesor de Filosofía y Ciencias de al Educación en la Universidad Nacional de La Plata.
En el ámbito de la comunicación, escribió columnas de opinión en los diarios “La Capital” y “El Atlántico” de Mar del Plata, como así también en “El Argentino”, de Miramar, para el cual continúa haciéndolo.
La decisión del Obispado Diocesano de enviarlo a Necochea generó resistencias en Mar del Plata, donde fieles católicos juntaron firmas para oponerse. Pero no hubo marcha atrás.
Segovia mantiene una muy buena relación con el actual obispo Gabriel Mestre, quien concurrió a visitarlo cuando debió permanecer internado debido al accidente que afectó su cadera. Y extraña a sus fieles de Mar del Plata, después de haber compartido tantos años. Pero se ha ido adaptando a su nuevo ámbito, donde oficia como capellán desde el fallecimiento de Antonio Gianmarino, su compañero de habitación en el Hogar “Dr. García Landera”. Totalmente lúcido a sus 92 años, no dudó en su cumpleaños en lanzase a cantar alguno tangos, inclusive “Malevaje”, que refleja la historia de un hombre en decadencia y cuya estrofa final le causa gracia, teniendo en cuenta su condición de cura al interpretarla, ya que concluye la letra señalando que al protagonista ya no le falta, para completar, más que ir a misa e hincarse a rezar.
Una entrevista realizada ese día al padre Hugo Segovia formará parte del programa “El Ciudadano” a emitirse el miércoles de la semana próxima en el canal Somos Mar del Plata-Necochea.
