Cerró su comercio por tiempo indeterminado

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Debido a lo que le adeudan y a los efectos del proceso inflacionario

Daniel Giuliano se cansó, dijo basta y decidió bajar las persianas de su comercio por tiempo indeterminado. El dinero que le adeudan clientes y las dificultades para reponer mercadería, por efectos de la inflación, lo llevaron a tomar esa medida.

Así lo expresó el propietario de “Stylo”, de calle 61 entre 62 y 64, al ser entrevistado en el programa “Voces de la Ciudad”.

“Es impresionante la gente que me debe… hay entre 10 y 12 millones de pesos, de los cuales si cobro el 20% soy Gardel”, señaló con la verborragia que lo caracteriza, además de apuntar sin tapujos contra la política nacional.

Giuliani relató de qué manera fue madurando la decisión de cerrar el local de venta. “La semana pasada -dijo- empecé a hacer números y venía perdiendo plata, vendía, pedía la mercadería y no había, o valía un 20 o 30%”,y agregó que “ayer a la mañana vendo dos o tres celulares a 95.000 pesos cada uno… a todo esto tengo un plan de 10 cuotas con Tarjeta Naranja que me sirve a mí y a ellos, pero me paga con cheque electrónico dentro de 60 días. O sea, me van a acreditar cuando entra en el banco en julio y con el descuento de un 30%, así que de los 95.000 pesos, me quedan 75.000  El teléfono valía 85.000 de contado y yo le cargué un 11 o 12%, pero cuando pedí los teléfonos me salieron 105.000 pesos el costo”.

Luego de ello, por la tarde, llegó a su casa y salió a andar en bicicleta para desconectarse por un rato de la realidad. Pedaleando decidió “bajar la persiana y tomarme unos días para ver qué pasa, y para salir a cobrar las deudas de la gente”-

VENTAS CON TARJETA

Giuliani apuntó además que todo lo que se vendé hoy es en su mayoría con tarjeta de crédito, el 80% de las ventas: “No existe el efectivo, más que no te pagan, más las contras que tenés… hago la cuenta y parece que me voy a fundir antes de otros que no trabajan. Ya ni tengo empleados”.

En su relato, acotó que “aparte, la gente perdió la educación y el respeto … yo tengo siete tarjetas de débito de gente que me la deja, me dice ‘Petiso’ préstame tanto que cuando me depositen vengo a buscar la tarjeta, y no aparecen más, y te dan vuelta la cara o cruzan de vereda cuando te ven. Es impresionante la gente que debe, y hay deuda entre 10 y 12 millones de pesos, de los cuales si cobro el 20% soy Gardel”.

Inmediatamente enlazó con la parte política, al decirle a Gómez “Vos fíjate el desastre que ha hecho esta gente, y dejando ideologías de lado, ya que algunos me tildan de gorila y macrista, la realidad es que en la época de Macri abría los domingos porque no le podía pagar a los empleados, no laburaba nada pero la gente del campo y la zona venía”.

ROBOS

Seguidamente contó una anécdota fresca: “Ayer un señor me va a pagar la bicicleta que me compró en octubre, cuando valía 79.000 pesos… me la iba a terminar de pagar porque ayer me dijo que al final la termina la semana que viene. La bicicleta sale 129.000  pesos actualmente, y no te cuento de las bicicletas que vendí y no aparecieron más. Las compran, no las aseguran, se las roban y no me pagan… o sea, la culpa es mía porque se las robaron”, contó con tono irónico, para asegurar que lo mismo les pasa con los celulares.

Asimismo, reflexionó que “capaz que le fías al desconocido y te paga… el conocido es el problema”, para agregar enfáticamente que “yo no la defeco a la plata, laburo de los 13 años y tengo 65 actualmente, llego primero al centro y me voy a las 9 de la noche, pero la gente te saca la cabeza”.

DESMEMORIADOS

“Estoy muy caliente, me pregunto qué le pasa a la gente que no tiene memoria… no estoy hablando de chicos de 20 años, sino de gente de 50 0 60 años”, reflexionó contrariado, para plantearse “hasta cuándo vamos a seguir con esto y los desastres que han hecho… no se le puede hacer caso a un presidente que fue el peor enemigo de Cristina, o a Massa, que fue el peor enemigo de Cristina, que los hizo pelota porque los dos más quemados hoy son ellos, ella no porque les hace el cuento y se cree Dios. Un abogado ministro de economía, ¿dónde se vio?, pero la culpa no es de ellos, sino la gente que los vota”.

Finalmente, Giuliani manifestó que “hay gente que está muy mal, pasa por la puerta del negocio y te hace el saludo peronista, cómo puede ser eso”. ¿Cuándo reabrirá sus puertas? No se sabe, por lo pronto se dedicará a cobrar deudas y calmarse un poco, pero a la pasada les dejó un mensaje a los vecinos de la esquina de enfrente: “El bingo es un cáncer para la ciudad”, vociferó.

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