Felicitas Cabretón cuestiona la crispación promovida por el Presidente
Felicitas Cabretón consideró que el presidente Javier Milei busca enfrentar a parte de la sociedad con la dirigencia política que representa a la clase media y que pretende un país ordenado.
La ex concejal radical, entrevistada en “Voces de la Ciudad”, recalcó que Milei fue elegido presidente en un ballotage, señalando que debería tenerlo en cuenta, ya que se arroga haber obtenido el 56% de los votos, pero no fue en una elección general, que es algo bien distinto.
La dirigente de la Unión Cívica Radical sostuvo que “es absolutamente desconcertante el panorama en el que vivimos los argentinos, sobre todo cuando se ve la crispación permanente con la que el Presidente se dirige a la mitad de la sociedad, es una alarma que nos prende a los que estamos en política, porque a cada minuto genera un caldo de cultivo”.
En ese sentido, enfatizó que “es notable con quiénes busca confrontar y profundizar ese estado de violencia hacia quienes piensan distinto a su raíz de modelo, y eso es importante empezar a visualizarlo”.
DOS CARAS DE UNA MONEDA
Observó al respecto que “Milei no se expresa de la misma forma con todos sus opositores políticos, por ejemplo no se refiere igual a Cristina Kirchner que a Ricardo López Murphy o a Martín Lousteau, dirigente del radicalismo”.
Sostuvo que ello “no es casualidad”, porque “Milei y Cristina son dos careas de una misma moneda”, ya que “el proyecto político puede ser diferente, pero tienen ambos una raíz populista, uno de derecha y la otra de izquierda”.
Cabretón considera que “lo que intenta hacer permanentemente el Presidente es enfrentar a la gente con esa parte de la política que representamos a la clase media o a la sociedad que pretendemos vivir en un Estado con el diálogo y el consenso como herramientas para buscar la verdadera salida de la Argentina”.
LA HISTORIA SE REPITE
Seguidamente, aseveró que “todo el tiempo se repite la historia y pasamos de un lado a otro sin tener en cuenta en el medio todo lo que sucede”.
A modo de ejemplo, cita el caso del INADI, que el gobierno pretende disolver porque “no sirve para nada”, cuando su creación “fue producto de una sociedad que necesitaba un organismo que garantizara la convivencia en paz”.
Admitió que “es verdad que el INADI no funcionaba como corresponde y que “ha sido utilizado en gobiernos anteriores como caja política y para hacer política partidaria”. Y reconoció que “es cierto, así se fueron deteriorando las instituciones del Estado y ahí está el enojo de la gente con la política, pero la solución no es la arbitrariedad en un gobierno democrático”.
Finalmente, la dirigente radical expresó. “Tengo 52 años y algo que me amarga muchísimo es que nuestros hijos y futuros nietos cada vez tienen menos posibilidad de desarrollar una vida plena en nuestro país”.