Durante el acto por el Día de la Memoria con que se recordó el golpe del Estado del 24 de marzo de 1976
Con fuertes críticas al gobierno de Javier Milei, señalando que representa a los mismos sectores de poder que se valieron del golpe de Estado perpretrado por los militares en 1976 para su beneficio en detrimento de los sectores populares, Aníbal “Cali” Del Prado habló durante el acto por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, realizado este lunes 24 de marzo en el Paseo de la Memoria de la Plaza Dardo Rocha de Necochea.
Asimismo, antes de darse lectura a un documento, Del Prado hioz una enfática reivindicación de “la lucha revolucionaria”, que ” en los años 70, desechando la llamada “teoría de los dos demonios”, según la cual hubo un enfrentamiento entre dos bandos (los militares y la guerrilla). Sin dejar de reconocer que se vivían tiempos convulsionados en los 70, subrayó que hubo una política sistemática , una vez producido el golpe de Estado, que incluyó la economía, la educación y otras variables en beneficio de sectores concentrados de poder en detrimento de las mayorías.
Además de defender el derecho a la protesta y cuestionar las acciones represivas contra manifestaciones callejeras, recalcó que “la legitimidad la dan las políticas (que un gobierno lleva adelante) y no los votos (con los que se llega al poder).
“La legitimidad la dan las políticas, no los votos. Y cuando esas políticas agreden a las mayorías, el pueblo argentino no sólo tiene el derecho, tiene la obligación de resistir”, recalcó el dirigente.
“Como siempre, pero hoy más que nunca queremos ratificarlo y dejarlo claro: nosotros honramos, conmemoramos, recordamos a nuestros compañeros, pero, fundamentalmente, reivindicamos sin derecho de inventario la lucha y la política revolucionaria que llevaban adelante los compañeros en la década del 70”, añadió.

GENERACION DIEZMADA
Del Prado, que estuvo un tiempo detenido durante l a dictadura en los 70, manifestó ser parte de “una generación que se propuso cambiar radicalmente la sociedad argentina y que fue derrotada, que fue realmente diezmada, que fue aniquilidad. Una generación que cometió muchísimos errores, pero también tuvo muchísimos aciertos. La burguesía argentina nos largó los perros para destrozarnos, no para castigarnos por nuestros errores, sino por temor a nuestros aciertos”, agregó.
“Hoy, 49 años después, volvimos a ser los zurdos de mierda. Un gobierno que ya no sólo niega, sino que reivindica la dictadura militar, está controlando los resortes del Estado argentino. Cuarenta y nueve años después, un gobierno que está dispuesto a reprimir sin disimulos, que mientras le ajusta y le arruina la vida a los jubilados, deteriora los salarios, destroza la educación y la salud pública, pero se vanagloria de haber bajado el gasto público, mientras hace todo eso aumentó brutalmente las partidas destinadas a la Secretaría de Inteligencia del Estado. Reforzar la SIDE, en la Argentina, significa nada más ni nada menos que estar dispuesto a reprimir. Ese organismo nefasto, con una historia negra de crímenes y de salvajadas cometidas desde épocas inmemoriales, que ningún gobierno, lamentablemente, se ha animado a disolver”, continuó manifestando Del Prado en su firme discurso, que fue improvisando, sin texto alguno como ayuda.
RESPUSIERON PLACA
El acto contó con numerosa asistencia de diversos sectores políticos, gremiales, sociales y comunitarios, que se concentraron en el Paseo de la Memoria, donde se repuso la placa que recuerda a Graciela Beatriz “Chela” Sagües, una de las necochenses desaparecidas en 1977 en La Plata. Años después, en 2010, fueron identificados sus restos por el Equipo de Antropología Forense en una fosa común, en el cementerio de Avellaneda.
En el principio de su discurso, Del Prado recordó a varios necochenses que fueran perseguidos durante la última dictadura, que fallecieron en estos últimos años. Nombró a Oscar Aramburu, Jesus Aguinagalde, Ricardo y Antonio Povilaitis, “Tito” Díaz y Milo Marincevic. También hizo mención a Nora Cortiñas, recordándola como “un ejemplo de madre militante, que siempre supo donde había que estar y tenía mucho más claro donde no debía estar”.
CRITICA A LA DIRIGENCIA
Promediando su alocución, Del Prado criticó a la dirigencia política y sindical, que a su criterio “no está a la altura de las circunstancias, ni de lejos”, añadiendo que la mayoría de los argentinos está “políticamente a la intemperie” y acotó la necesidad de que “la CGT nacional adopte otra actitud: no pueden estar siempre haciendo negocios, es necesario para revertir esta situación empezar a hacer política de otra forma. Los métodos y las formas que hemos utilizado en política hasta ahora han ayudado a que aparezca un Milei. Necesitamos que se haga política de otra manera, necesitamos que las listas que llenen con gente con historia y con trayectoria , que no se llene de paracaidistas, de oportunistas, de tipos que ven en la política la posibilidad de hacer negocios o de solucionar su vida personal. Necesitamos otro tipo de dirigentes. El espectáculo que dan actualmente en el Congreso es patético, es lamentable. El pueblo argentino no se merece eso”.
Tras calificar de “mamarracho” al presidente Javier Milei y reconocer que en el mundo hay un auge de fuerzas políticas de derecha, remarcó la necesidad de “no engañarnos a nosotros mismos: hemos colaborado para que esto suceda. Es tristísimo decirlo, pero es así No podemos seguir haciendo política con el dedo o con lapiceras magistrales. Se necesita participación popular, debate, un frente popular verdadero, donde todos los sectores participen de la elaboración de las políticas y no sea fruto de dos o tres genios encerrados en una pieza. Se necesita otra manera de hacer política, Si no, vamos a tener ultraderecha en el poder durante muchos años”.
Tras las palabras de Del Prado se dio lectura al documento de la Comisión por la Memoria Militante, en tanto que un grupo de músicos interpretó un tema presentado por la Agupación HIJOS, titulado “Compañeros”, escrita por Héctor Sapia.
Más tarde, los manifestantes marcharon por calles céntricas de la ciudad, retornando a la Plaza Dardo Rocha, donde se nombró a cada uno de los necochenses desaparecidos durante la última dictadura.