Así lo confirmó en “Voces de la Ciudad” Gustavo Fuhr, integrante de la Dirección de Bromatología e Higiene del municipio.-
Ante la breve consulta telefónica del periodista Jorge Gómez en “Voces de la Ciudad”, Fuhr destacó que los controles del agua que toma la población son mensuales. “Se hacen análisis físico químicos de forma aleatoria y bacteriológicos en todos los pozos, y según las conclusiones técnicas, el agua que tomamos es de buena calidad y apta para el consumo humano”.
Incluso, aportó que “esto se ha cotejado con entidades provinciales y laboratorios privados, con quienes hemos coincidido en la toma de muestras”.
Si existiera alguna anomalía, Fuhr explicó que “trabajamos con Obras Sanitarias, que si encuentra un problema bacteriológico hace la clorinación del pozo y si es algo químico se cierra el mismo hasta que tenga su arreglo, ya sea por purga o dilución misma”.