El panorama de los mostradores desde las Panaderías La Paz

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“Hay recesión y se nota en las ventas, la gente consume menos”, afirmó preocupado su dueño, Gastón González

 

Propietario de una cadena de panaderías que genera medio centenar de fuentes laborales para el distrito de Necochea, Gastón González pasó por los estudios de Voces de la Ciudad para hablar sobre los avatares de la actividad, la preocupación por el indetenible proceso inflacionario que empuja los precios de los productos más básicos hasta la intolerancia de los consumidores y la falta de previsibilidad para seguir creciendo en un contexto que deja más dudas que certezas.

En ese contexto, el dueño de La Paz aseguró sobre las sensaciones que se observan desde atrás del mostrador que “la gente está resignada, cansada y embroncada con las subas constantes, pero se ve también que ya hay un basta”, opinó, agregando sobre las ganancias de los comercios, un tema que ha sido centro de las miradas por parte del Gobierno nacional que “el flujo de dinero no aumentó. La gente compra menos, incluso empezó a utilizar mucho más la tarjeta de crédito; y es lamentable que, en vez de darnos un lujo, comprar unas zapatillas, un televisor o hacer un viaje, estemos utilizando la tarjeta para comer”.

Terminando de valorar el estado de ánimo social, el también integrante de la Cámara Panaderil remarcó que, gracias a mucho empeño y esfuerzo, su negocio funciona y eso lo ha llevado a contar en la actualidad con siete sucursales, una cabecera en 67 casi 34, que es la insignia de la marca, y otras ubicadas en puntos estratégicos como las dos que están sobre Avenida 42, casi llegando a las calles 67 y 89; la de Avenida 10 a pasitos del Parque Miguel Lillo, otra en 75 casi 26, la céntrica de 62 y 61 y la de Avenida 59 casi 54.

“Los únicos días que no estamos abiertos son el 25 de diciembre, el 1º de enero y el Día del Trabajador”, afirmó el empresario, agradeciendo la devolución que tienen por parte de su fiel clientela, aunque manifestó sobre la posibilidad de extender la franquicia hacia otros puntos que “las condiciones del país no te motivan a seguir creciendo, apostando a tomar más empleo”.

Parte de esa culpa la tuvo la pandemia de Covid-19, que “fue terrible y, en escalas mayores o menores, devastó al país”, pero “el acto inflacionario es impresionante, es trabajar todos los días mirando las listas de precios. Tenemos medio millón de pesos en alquileres, los empleados, la materia prima, los proveedores que quieren cobrar, los servicios que hay que pagar. Hay que juntar la plata para todos y es un estrés”.

Además, sobre las medidas que se anunciaron, “el pan nunca bajó, es algo que se trató de implantar, pero los molinos nuca bajaron la harina, se mantuvo en el precio que tocó, que fueron los 2200 pesos promedio, cuando arrancamos en diciembre con 800 pesos la bolsa de 25 kilos”.

Para empeorar la situación, “hoy la harina se estancó, pero dicen que va a haber una suba la semana que viene. Igualmente, el resto sigue subiendo: los lácteos, los huevos, los aceites, es impresionante lo que han subido. Todas las listas vienen modificadas y con subas; y si bien todavía hay cuentas corrientes se ajustaron los lapsos de pago, algunos son al contado y otros en menos días”, reveló González sobre el andar diario de esta actividad tan trascendental.

Para rematar su participación en el aire de la FM Vinilo, el emprendedor local sentenció: “Al haber tanta inflación, cuando los sueldos van por la escalera y los precios en ascensor, el consumo baja. Hay recesión y se nota en las ventas, no es lo que la gente deje de consumir, sino que consume menos”.

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