El puerto, Quequén, sus calles y avenidas

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Por HORACIO FERNANDEZ (ciudadano de Quequén)

Históricamente los quequenenses venimos reclamando obras de infraestructura que permitan la planificación del desarrollo de nuestro ejido urbano y sin lugar a dudas, las obras de pavimento siguen siendo las obras públicas, que mejor resuelven esta problemática en el territorio de cualquier localidad.

En Quequén en particular, como en cualquier ciudad con puerto y que impere la anarquía en la circulación del transporte pesado, que llega desde distintos puntos de la región agrícola y se dirige a las distintas plantas de acopio locales y/o al sector portuario propiamente dicho, hace que la escasa red pavimentada existente se vea seriamente afectada y más aún, cuando no existe un plan estratégico para su mantenimiento, ni los fondos suficientes para asistir esta problemática en tiempo y forma.

En este momento, esta situación de la que hago mención, se puede apreciar particularmente en la Avenida. 566 en el tramo que va desde Avenida de Circunvalación hasta Avenida Almirante. Brown y por otra parte, en Avenida. 536 en el tramo que va desde Almirante. Brown hasta calle 507 y por ésta hasta la calle 530 de Quequén.

Siendo hoy éste, parte del principal circuito que recorren miles de camiones durante todo el año, transportando la producción agrícola del hinterland portuario, para dirigirse desde las principales playas de estacionamiento hacia las principales plantas de acopio y embarque de nuestro Puerto Quequén, permitiendo esta operatoria, una capacidad exportable que desde hace varios años viene superando las siete millones de toneladas.

TASA PORTUARIA

Aun así, esta crítica situación se viene repitiendo desde hace varias décadas y por periodos de tres o cuatro años, tiempo que normalmente demora Vialidad Provincia para llamar a licitación para la reparación de algunas de estas arterias, siempre y cuando, se cuente con partidas suficientes en el presupuesto provincial, para el caso.

Reconociendo esta problemática, a mediados del año 2014 se comenzó a gestar una acción política que parecía querer cambiar esta realidad, cuando en vísperas de las elecciones del año 2015, concejales del bloque del Partido Fe en el Concejo Deliberante de Necochea, impulsaban la creación de la llamada “tasa portuaria”, la que había sido diseñada pensando en que la cadena agroexportadora de Puerto Quequén, tributara por medio de la mencionada tasa, recursos que deberían ser administrados por el Municipio de Necochea.

Esta ordenanza, fue aprobada en febrero del año 2015 por mayoría en el cuerpo deliberativo de Necochea y contemplaba aplicar un coeficiente equivalente al valor de medio litro de gas oíl clase 2 en el año 2014, sobre cada tonelada exportable por Puerto Quequén.

Teniendo como fin, generarle recursos al municipio con la finalidad de hacer nuevos pavimentos en Quequén, que permitieran mejorar la logística portuaria y trabajar en el mantenimiento de la red vial urbana pavimentada y por otra parte, se pensó que un porcentaje de dichos recursos, serían destinados a mejorar la infraestructura hospitalaria del Hospital Irurzún de Quequén, que mucho lo demanda la comunidad de nuestra localidad.

Lamentablemente, a poco de haber sido homologada la ordenanza por el Ejecutivo de turno en 2015 y habiendo sido aprobado posteriormente por el Concejo Deliberante, la Ordenanza Fiscal Impositiva que considera dichos ingresos, por dos periodos consecutivos 2016-2017, luego la misma fue judicializada por los sectores agroexportadores, negándose a reconocer la implementación de este instrumento y generando lobby tanto sobre el Poder Ejecutivo del momento, como sobre quienes habían apoyado anteriormente su aprobación, logrando que por otra Ordenanza en diciembre/2017, que nació del mismo bloque del Concejo Deliberante que en el 2014 impulsara su creación, se derogara la misma.

Hoy después de más de ocho años en que aquella ordenanza municipal que nos ilusionara a miles de quequenenses y que con el correr del tiempo, vimos con frustración que solo se trataba de una nueva maniobra electoralista, finalmente la “tasa portuaria” sigue siendo motivo de debate más en los ámbitos de las cafeterías del núcleo urbano Necochea-Quequén, que en los ámbitos de la política local.

Lo cierto, es que estamos transcurriendo el primer semestre del año 2023 y la crítica situación por la que atraviesa la escasa red vial pavimentada de Quequén, es una triste realidad que no se puede ocultar más y de la que tanto el Poder Ejecutivo actual, como nuestros 20 representantes en el Concejo Deliberante  parecen no hacerse cargo y, más aún, curiosamente parecen desconocer.

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