Rechazaron el pedido de arresto domiciliario Consideran que podría fugarse
Fernando Beretta será trasladado a la Unidad Penitenciaria de Batán para que cumpla allí la pena de cinco años de prisión a la que se lo condenó, por la muerte de Ana María Rivero. El Juzgado Correccional rechazó el pedido de arresto domiciliario presentado por sus abogados defensores.
El juez Ernesto Juliano consideró que Beretta, de permanecer en su domicilio, podría fugarse. En tal sentido, recordó que luego del veredicto condenatorio, que incluía su inmediata detención, pasaron más de 20 horas hasta que Beretta se entregó ante la DDI, acompañado por Gustavo Raggio, uno de sus dos abogados.
“La posibilidad de fuga es una de las opciones”, evaluó el juez correccional, al fundamentar el rechazo al arresto domiciliario solicitado.
Juliano también destacó la decisión adoptada por la Cámara de Apelaciones, que compartió sus fundamentos de denegar un habeas corpus presentado por la defensa en contra de la orden de detención y su efectivización.
Al exponer su alegato, los abogados defensores Adolfo y Gustavo Raggio manifestaron su oposición a la detención del condenado y plantearon que, como alternativa, se dispusiera un régimen de arresto domiciliario.
Fundamentaron dicho pedido señalando problemas de salud que aquejan a Beretta, de 65 años, señalando que tendría dificultades, en una unidad penal, para cumplir con los tratamientos médicos.
Tanto el fiscal Guillermo Sabatini, como la abogada Adriana Vives, que representa a la familia de Ana María Rivero como particular damnificado, manifestaron enfáticamente su oposición a que Beretta goce de ese beneficio. Coincidieron en advertir que el condenado “tratará de eludir el accionar de la Justicia”.
Beretta fue condenado a cinco años de prisión (uno menos de lo solicitado por el fiscal). También fue inhabilitado por diez años para conducir todo tipo de vehículo automotor).
El hecho por el que se lo condenó sucedió en junio de 2020, en Diagonal San Martín y Avenida 59.. Conduciendo un automóvil Volkswagen Voyage, a elevada velocidad, embistió la moto en la que Ana María Rivero aguardaba que el semáforo la habilitara para reanudar su marcha. Era acompañada por uno de sus hijos. A raíz de los golpes recibidos, la mujer murió días después en el Hospital Municipal.
El abogado Adolfo Raggio cuestionó severamente el fallo del juez Ernesto Juliano, manifestándose extrañado por el hecho de que el autor de un delito de esta naturaleza sea enviado a la Unidad Penal de Batán. En tal sentido, expresó que en su extensa trayectoria como abogado no recuerda una medida como ésta, dejando entrever que para que sea adoptara tuvo influencia el fuerte impacto mediático que tuvo el hecho, incluyendo su trascendencia en medios de comunicación, movilizaciones y «escraches» frente al domicilio particular de Beretta en varias oportunidades.