Un sector de la UCR propone “un debate sin prejuicios” sobre el futuro del complejo. Alberto Esnaola reivindica el lugar como espacio público y considera que pueden hacerse inversiones amigables con el medio ambiente
El tiempo pasa y la situación del Casino de Necochea sigue sin resolverse: la Provincia de Buenos Aires demora el llamado a licitación para el uso de máquinas “tragamonedas” y el municipio no vuelve a convocar a inversores privados, aguardando que la “decisión política” anunciada por el gobierno bonaerense sea una realidad concreta.
Días pasados el intendente Arturo Rojas dio a entender que está comenzando a perder la paciencia. “Hasta acá llegamos”, expresó al ser entrevistado en el ciclo “Con los pies en el agua”, del multimedio Ecos Diarios. Y dejó abierta la posibilidad de “un Pan B”, que no incluya al juego, para hacer un nuevo llamado a licitación para la venta del espacio, enclavado en pleno corazón de la villa balnearia, frente al mar y junto al Parque “Miguel Lillo”.
Desde el Comité “Gabino Goicochea” de la Unión Cívica Radical, con sede en Quequén, están proponiendo un “debate sin prejuicios” sobre el futuro del Complejo Casino, a punto tal que no descartan su demolición, entre otras posibilidades, teniendo en cuenta que “se ha vuelto inviable”, tras el deterioro que ha ido teniendo con el paso del tiempo, producto de la falta de inversión en su mantenimiento, sucesivos incendios y cierta desaprensión de sucesivas administraciones.
Alberto Esnaola, referente de ese espacio político que preside Walter Bravo, habló sobre el debate que proponen. Lo hizo al ser entrevistado para “El Ciudadano”, producción audiovisual que puede verse tanto en Youtube (canal El Ciudadano Necochea), como en el canal por streaming “Agenda Necochense” y el portal www.elciudadanonecochea.com.ar.
PROYECTOS SIN SUSTENTO
El dirigente afirmó que en los últimos años se ha hablado de “proyectos que no se sustentan sobre ninguna base de realidad: que va a venir un grupo inversor y va a salvar el edificio, que el complejo está perfecto y que sólo está afectada la mampostería…. Lo que vemos es que en los últimos 25 años el edificio está cada vez más decrépito. Y desde los últimos seis o siete, está absolutamente abandonado. A los que disfrutamos de nuestras bellezas naturales como la playa y el Parque Lillo nos parte el alma pasar por el Casino y ver cómo está”.
Pero Esnaola no se queda en la nostalgia de pasado fulgor que tuvo el complejo inaugurado en 1973, que fuera orgullo para los necochenses. “Somos realistas y creemos que hay que llevar adelante un debate en serio”, revelando que en el seno de la comunidad “hay muchos que plantean claramente la demolición del edificio y nosotros hemos salido con esa postura a debatir”.
A su criterio, el edificio “se ha convertido en un tapón y no tiene más solución que la añoranza que muchos tienen”, creyendo que “va a venir un salvador, que nunca aparece, para poder sacar adelante esto que fue una joya para Necochea” Pero que ya no lo es.
Esnaola recalcó que “la última posibilidad que tuvo el Casino de tener una reconstitución mínima fue durante el gobierno radical (de Daniel Molina), en el cual se hizo una fuerte inversión”, tras haberlo recibido en paupérrimas condiciones, estando incluso el edificio tomado por concesionarios que terminaron siendo desalojados a través de la Justicia.
En aquel entonces se hizo un llamado a licitación nacional e internacional, convocando al capital privado, que quedó desierto. “A nadie le interesó”, recordó. Posteriormente se otorgaron concesiones por sectores (restaurante, bowling, piscina, teatro, boite). Aquello “tuvo éxito durante un tiempo importante”, recordó el dirigente, reivindicando a comerciantes locales que “apostaron fuertemente” por esa propuesta.

“Durante un tiempo funcionó, hasta que en el año 2016, en el gobierno de Facundo López, se tomó la decisión de que el municipio tomara las concesiones vencidas”, recordó el ex concejal, señalando que eso fue “el tiro de gracia” para la integridad del inmueble, ya que como lo había advertido un concesionario, de allí en más el deterioro se potenció.
“Lo que hemos visto es que esto va para atrás”, sintetizó Esnaola incluyendo los sucesivos incendios y actos de vandalismo, hallándose el complejo en un paupérrimo estado general, con algunas excepciones como el ingreso principal y la actual sala de juegos.
Esnaola consideró que, tras frustrados intentos por mejorar la situación del Casino, es “momento de otras opciones”, habiéndose convertido este edificio “en inviable”. Por eso, con la premisa de que el municipio mantenga la propiedad de las tierras, proponen “un debate sin ningún tipo de prejuicios, estando abiertos a otras opciones, pero no las que son mera voluntad. Porque hay quienes dicen que el edificio es recuperable, pero nadie va a poner la plata” para reconstituirlo”.
OTROS FACTORES
No dejó pasar por alto, por otra parte, que han ido surgiendo factores que atentan contra la oferta de juego del Casino. Uno de ellos, la apertura de un Bingo en el centro de la ciudad.
“Nosotros, como espacio político dentro de la UCR, creemos que estos son los debates que tenemos que empezar a dar. Vamos a salir a hablarle directamente a la sociedad y, obviamente a los radicales, que esperemos nos acompañen, con una propuesta de esta naturaleza. Por supuesto, iremos articulando. Porque tenemos una idea respecto de la tierra, acerca de inversiones públicas que sean amigables con el medio ambiente.
Tenemos ejemplos muy buenos de poder interactuar con la naturaleza, conservando el Parque como tal, como público, que es un principio de la UCR.
Podemos ver lo que hicimos en nuestro gobierno, con el regreso del trencito del Parque, en la gestión de Facundo López se concesionó “Los Pinos”, que es una cosa muy buena. Luego fue la heladería Chinos con el café en la Avenida 10, está la parrilla La Posta en Avenida 10”, agregó
Recalcó que “ese tipo de inversiones” es lo que se promueve, de modo que haya “una oferta turística amigable con el medio ambiente, que sea agradable y no tener que ver esto (el Casino), que lamentablemente se halla en estado de absoluto abandono, a tal punto que (debido a ello) puede generar un peligro, con riesgo de cosas que puedan suceder”.
Consultado respecto de las declaraciones de Rojas, deslizando la posibilidad de no esperar más a la Provincia y hacer un llamado a licitación independientemente de lo que suceda con las “tragamonedas”, Esnaola sostuvo que “eso lo tendría que haber pensado desde el primer día”, considerando que durante todo este tiempo “a Lotería no le ha importado el Casino de Necochea”. “ Y agregó: “Si el intendente tuvo que esperar seis años para darse cuenta de que a Lotería de la Provincia no le interesa ni el edificio, ni el Casino de Necochea, me da pavura”.
Según Esnaola, el proyecto de venta del complejo “por parte de Rojas “se presentó con absoluta improvisación”, recordándole al intendente que “la UCR le advirtió que no se podía vender algo que no estaba en nuestro patrimonio, dado que había un lote que aún estaba a nombre de la Provincia”.
-¿Qué podría hacerse en ese espacio, si no es un desarrollo inmobiliario? Más allá de proponer el debate… ¿Qué creen que se puede hacer?
– Hay que preservar el suelo como propiedad del municipio. Se puede dar una concesión para un espacio comercial que incluso pueda aspirar a tener un centro de convenciones, un área de esparcimiento cultural no muy grande, pero que pueda tener una promoción muy fuerte e integrar todo este sector en ese tipo de intervenciones comerciales como las que mencioné del trencito y comercios que están alrededor y hacer un paseo turístico.
Puede haber un concurso de ideas. Lo que no se puede es no hacer nada. No hay nada más conservador, ni más reaccionario que decir voy a esperar que venga alguien, que no va a venir,
El Casino pasó a manos del municipio en 1996. Ya se lo había sacado de encima la Nación cuando gobernaba Menem. Se lo pasó a Duhalde y éste al intendente Municoy, que muy gentilmente hizo una caravana para llegar hasta el Casino, junto a varios concejales, para festejar que nos habíamos hecho cargo del Casino. Por supuesto que ellos se fueron y el Casino quedó. Y el problema nos quedó a todos los necochenses.
Creo que hay muchas opciones. No ponemos límite. Pero no quiero tolerar más un debate en el que digan que el edificio es salvable, que sólo es problema de mampostería, pero no se pueda poner ni siquiera 10 pesos en él. Este gobierno es responsable de no haber puesto nada. Como el gobierno de Facundo López lo es de haber sacado las concesiones. Por eso, yo arranqué diciendo (y lo vuelvo a reivindicar como radical) que desde que los necochenses nos hicimos cargo del edificio del Casino, el único gobierno que invirtió preservando el edificio fue el de nosotros. Esto también fracasó en el tiempo. ¿Qué le vamos a hacer? Tenemos que mirar hacia adelante. No puedo quedarme mirando para atrás. Si nosotros pretendemos hacer política, lo hacemos con propuestas hacia adelante.
-Se plantea la demolición, pero ésta también tiene un costo importante…
–Por supuesto. El problema es que si no lo demolemos, qué hacemos? ¿Lo dejamos así? Hay espacios que se pueden preservar, el área de estacionamiento, el lugar junto al Jardín de Rocas…..
– ¿Cree que puede haber interés de inversores sin el manejo de las “tragamonedas”?
– Sí. Este es un lugar claramente turístico, es el corazón de la playa de Necochea. Yo pretendo que la sala de juego de Lotería de la Provincia quede en Necochea. Aunque tenga un concepto absolutamente restrictivo del juego. Lo que hay que ver es bajo qué normas. Hoy no está ni siquiera funcionando casi. Hay un cambio cultural, que es el uso de las tragamonedas. Y ya estamos en una tercera generación, que es más grave aún, que es el del juego online con los teléfonos celulares, por lo cual estamos ante un problema serio con la adolescencia.
-¿Es consciente de que cada vez que se hacen propuestas vinculadas con el Parque Lillo y el Casino surgen voces de rechazo?
– No hay que ser cobarde. Si uno dice lo que piensa, tiene que sostenerlo. Nosotros estamos diciendo lo que pensamos. Por eso hacemos la aclaración: creemos en el uso público, no en el loteo ni la urbanización. Sí creemos que el Parque es un lugar extraordinario, el cual hay que vivirlo Y para vivirlo hay que poder acceder. Y para eso hay que preservarlo. Y para preservarlo hay que trabajarlo. Y para trabajarlo hay que tener ideas.
Entiendo a aquellos que son conservadores, tan conservadores que lo único que plantean hacer es que no se haga nada. No haciéndose nada es como se va a perder el Parque.