Afirmó el periodista Hugo Möller, al analizar la realidad de la ciudad y el país
Hugo Möller observa a Necochea mejor que algunos años atrás a la ciudad, pero considera que podría estar mejor “si no fuera que la ciudad viene de crisis en crisis”. Y al mismo tiempo reflexionó que “los necochenses tenemos que dejar de vivir de nostalgias”.
Así lo expresó durante la mañana de “Voces de la Ciudad”, al ser entrevistado por su colega Jorge Gómez, a quien reemplazará por espacio de casi un mes en dicha radio. En su visita habló tanto de Necocha como del contexto nacional.
Möller, que conduce el programa televisivo “El Ciudadano” en la frecuencia 7 de Somos (lo que antes era TSN), señaló en principio: “Siempre fui una persona optimista, pero hoy por hoy no lo soy respecto del destino del país, creo que entre la conducta de la dirigencia política y el conjunto de la sociedad no veo que esto cambie demasiado”.
“Lo que tiene Argentina es que hay un sector productivo importante con la cadena agroexportadora, pero a eso hay que integrarlo con la industria, y hay sectores sindicales que son conscientes de esa necesidad”, sostuvo.
En ese contexto analizó que “Necochea creo que está mejor que hace un par de años, podría estar mejor pero recordemos que viene de crisis en crisis. El distrito ha tenido crisis propias, que han sido políticas, y todo eso ha repercutido y todavía repercute”.
El periodista subrayó que “otra falencia del distrito es el tema de la salud:”, señalando que “la salud privada prácticamente no existe, es muy poco lo que ofrece la Cruz Azul y siempre vivimos de nostalgias los necochenses. Se insiste en que antes teníamos tres clínicas, pero hoy no están. Tenemos que dejar de vivir de la nostalgia y de lo que fue Necochea. Eso lo traslado a todos los ámbitos, no sólo en cuanto a salud”.
A modo de ejemplo, añadió: “El Casino fue un orgullo y una cosa esplendorosa… pero hoy no lo es, hoy es un adefesio. El Casino no sirve más y hay que hacer otra cosa ahí. Hay que averiguar qué le puede interesar al sector empresario, a los capitales, para hacer un pliego que se adapte a su inquietud, algo que sea factible. Si no le gusta a un sector mala suerte, no se puede tener contento a todo el mundo”.
Así como en salud, Moller señaló que “también en seguridad y educación el Estado tiene que tener injerencia, asegurando el servicio o garantizándolo, hay que poner énfasis y evidentemente hoy no está bien en ese sentido”, para acotar que “soy naturalmente optimista, pero por los hechos que uno observa y al mirar hacia delante, no tengo elementos para ser seguir siendo optimista”.
Finalmente, el periodista manifestó que “a esta altura uno trata de que el ámbito donde uno se desarrolla tenga armonía y hacer las cosas bien. Por épocas, los argentinos siempre buscamos un culpable: en su momento los militares, después los políticos o la Justicia, pero la sociedad argentina también tiene lo suyo. Uno va por la calle y ve personas que han ido a los mejores colegios y tienen poder económico y circulan por ejemplo a contramano en la calle, doblan donde no tienen que hacerlo, y reflejan una anomia de no respetar la ley. Eso refleja un comportamiento que se traslada a otros ámbitos”
