Advirtió que “provoca daño, incluso al que tiene trabajo formal”
Gabriel Mestre manifestó su preocupación por los efectos negativos de la inflación, señalando que “realmente daña incluso al que tiene un trabajo formal”.
El obispo de la Diócesis de Mar del Plata se expresó al respecto el jueves último, antes que se conociera que el índice de precios al consumidor tuvo un alza del 7.7% en marzo, el más alto en los últimos 20 años.
Entrevistado en la Parroquia de la Medalla Milagrosa, donde presidió una misa en acción de gracias por los 80 años del sacerdote Justino Fernández, el obispo habló sobre la realidad del país.
Consultado sobre la misma, esbozó dos palabras para referirse a la misma: “Preocupación y esperanza”.
“La preocupación -dijo- es real, es objetiva: los datos reflejan rostros que sufren. Esta situación que lamentablemente hace tantas décadas vivimos, con pobreza e indigencia, en este caso con la inflación que realmente daña, incluso al que tiene un trabajo formal”.
“Y a la vez tenemos esperanza, no tenemos que bajar los brazos, cada uno, desde nuestro lugar, tenemos que ponernos la Patria al hombro, como pide el querido Papa Francisco. Y de manera particular nuestros dirigentes, que son aquellos a los que votamos y elegimos a través del sistema democrático para que puedan llevarnos al bien común”.
Mestre expresó su deseo de que “en este año electoral se puedan plantear verdaderamente las políticas de Estado necesarias para revertir las situaciones difíciles y negativas que vivimos en la Patria”.
El obispo evaluó que “con respecto a la pobreza e indigencia, vemos la misma situación que se viene dando desde hace algunos años, la pandemia fue un cimbronazo que cambió los parámetros en algún punto. Pero vemos las dificultades que, con el tema de la inflación, se está generando a la gente que tiene un trabajo formal, a la que le cuesta llegar a fin de mes y mantener el estándar básico de vida que cualquier familia argentina debería poder llevar adelante”.
Añadió Mestre que la Iglesia ve “con preocupación” esta nueva situación para un vasto sector de la población, en tanto que, con relación a los sectores más carecientes estructuralmente se brinda ayuda tanto desde Caritas como de otros servicios que se prestan. “Buscamos aportar elementos para reflexionar, para tratar de revertir esta cultura de falta de trabajo en una cultura de trabajo digno, bien pago, para todas las familias argentinas”, concluyó.
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