Escrito por Rita Gil, este viernes en Che Borges, de calle 61 entre 56 y 58
“Los chicos de la Escuela 40”, es el título del libro de Rita Gil, que será presentado este viernes 24 en “Che Borges”, de calle 61 entre 56 y 58.
La autora, de 72 años, precisó que su obra está basada en un reencuentro, producido luego de más de tres décadas, con alumnos que tuvo en 1980 en el establecimiento de enseñanza primaria de Quequén, con quien hoy tiene proyectos en común.
Las particularidades de “Los chicos de la Escuela 40” fueron expuestas por Rita Gil en una entrevista realizada en los estudios de “Voces de la ciudad” por el periodista Jorge Gómez.
La autora indicó que se trata de “la historia de un maravilloso grupo de personas que fueron mis alumnos de sexto grado, egresados en el año 1980 de la Escuela Nº 40 de Quequén, que con sus acciones han justificado todos los desvelos que simboliza la profesión docente”.
Con emoción, valoró el hecho de “reencontrarnos después de 37 años y comenzar un vínculo grupal, lo cual fue todo un desafío que hoy puedo referir como felizmente logrado”.
La docente jubilada ejerció durante más de 30 años, en los cuales tuvo muchos grupos de alumnos. “Pero éste me sorprendió en 2017 con un simple llamado telefónico. “¿Seño la podemos visitar?” y aparecieron en mi casa, invitándome a un reencuentro. Pensé que sería un reencuentro más, como con otras generaciones”, dijo, dando a entender que éste fue muy especial.
“Nos encontramos en la escuela todos, algunos se habían puesto guardapolvo, surgían anécdotas y estaba el desafío de reconocernos, porque yo había quedado flasheada con su última imagen de séptimo grado, y ahora los veía casi con 50 años ellos, y todo surgió con magia y felicidad en el Club Defensores”, indicó.
Rita siguió con el relato: “Yo pensé que todo quedaba ahí, pero no… y acá viene el motivo del libro: la cuestión no terminó ahí, formamos un grupo al que se incorporaron las familias y luego las acciones. Las primeras fueron colaborar con las preparaciones de la escuela que estaba próxima al centenario, los festejos y la preparación; después surgió que a una vecina se le quemó la casa y había que ayudar… y así nos reuníamos, con motivos solidarios… y gastronómicos”, añadió entre risas.
Lo cierto es que, a partir del reencuentro, comenzó una hilera de acontecimientos, que continúan.
“Entendí que tenía que escribir esto”, afirmó Rita Gil. Y añadió: “Todo comenzó en 1980, año emblemático porque sufrimos las inundaciones y la caída del Puente Ezcurra, y todo eso está en el libro, que, de hecho, empieza con mi visita y la llegada a la escuela después de 37 años”, reveló.
“Estuve un solo año en la escuela, y fue suficiente. Ahora estamos todos los días hablando en el WhatsApp, es gente buena que hace cosas buenas y por eso quise dejarlo escrito. Son alrededor de 80 hojas, es un relato testimonial escrito en primera persona”, completó María Rita, para concluir que “ellos ya no son chicos, pero para mí lo siguen siendo de por vida”.
