Presentan libro sobre la vida de Mario Abel Amaya

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Lo hará su autor, el periodista Jaime Rosemberg, en el comité radical

El libro “Mario Abel Amaya. Entre Tosco y Alfonsín”, será presentado este viernes en el comité Emiliano Abásolo de la Unión Cívica Radical, a la hora 19. Lo hará su propio autor, el reconocido periodista Jaime Rosemberg, que se desempeña en el diario “La Nación”.

El libro, con el prólogo del periodista Jorge Fernández Díaz, refleja la vida de Amaya, dirigente radical asesinado durante la dictadura militar, en el año 1976.

Rosemberg es licenciado en comunicación egresado de la UBA, master de periodismo de la Universidad Di Tella, desempeñándose como redactor de la sección política del diario La Nación. Desde el año 2015 es periodista acreditado en la Casa Rosada. –

Su extenso currículum lo llevó a cubrir giras presidenciales en Alemania, Estados Unidos, Israel, México y países limítrofes. –

Trabajó desde el año 2000 en investigaciones de la Guía Shalom Buenos Aires, colaborando en la redacción del libro de Laura di Marco “Macri, historia íntima y secreta de la elite argentina”.

La presentación del libro es abierta al público. Desde la conducción de la UCR local enfatizaron que se invita a “quienes quieran interiorizarse sobre la vida política, personal y el marco social e histórico en la cual de nuestro país en la cual se desarrolla a actividad el ex diputado nacional de la Unión Cívica Radical”.

Nacido en Dolavon, provincia de Chubut en 1935, Amaya fue abogado y dirigente de la UCR, siendo elegido diputado nacional en 1973.

Fue detenido en 1976 por el V Cuerpo de Ejército con sede en Bahía Blanca. Ocurrió el 17 de agosto de 1976, en su domicilio particular. Simultáneamente, se produjo el secuestro de Hipólito Solari Yrigoyen en Puerto Madryn.

Amaya murió como consecuencia de las torturas a las que fue sometido, al igual que el dirigente peronista Jorge Valemberg, de Bahía Blanca.

Ante la gravedad de su estado, el dirigente radical había sido trasladado al hospital de la cárcel de Villa Devoto, en Buenos Aires. Allí se produjo su deceso el 19 de octubre de 1976. Tenía 41 años.

Al despedir sus restos, Raúl Alfónsin definió a Mario Abel Amaya como “un hombre con convicciones democráticas, que luchaba contra cualquier dictadura, en contra de todos los totalitarismos, sin importarle el signo ideológico que pudiera tener”.

Como una premonición de lo que sucedería años después, Alfonsín, en plena dictadura, agregaba ante los restos de Amaya en Chubut. “Algún día una calle o un barrio esta provincia llevará su nombre. Será ese el día en el que los responsables de su muerte estén presos”.

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