Qué se discute cuando hablamos del precio de la carne

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Por ESTEBAN RODRIGUEZ (Presidente Delegación Necochea de Apyme)

 

El proceso productivo de la carne vacuna consta de cinco etapas: cría, engorde, faena, depostado y venta minorista, pero es frecuente que un mismo actor realice más de una de estas actividades:

En las etapas iniciales de cría y engorde los datos muestran que predominan los establecimientos de baja escala. Hay alrededor de 205.000 establecimientos. Sin embargo, el 5% (unos 10.000 establecimientos con más de 1.000 cabezas) concentra el 40% de la producción total.

En las etapas de faena y depostado intervienen los frigoríficos:  hay alrededor de 450 en todo el país, con distintas habilitaciones. Sólo el 30% está autorizado para exportar y concentra alrededor del 80% de la producción.

En la etapa de venta minorista están las carnicerías y los supermercados.  Ninguno tiene el poder en el mercado. El 25% del total es comercializado por supermercados y el 75% por carnicerías.

La situación es muy distinta en el mercado de exportación, donde las 10 firmas más grandes comercializan alrededor del 85% del volumen total. JBS y Marfrig, dos empresas brasileñas lideran las exportaciones con el 31% del mercado. Marfrig concentra el 13%, es dueña en la Argentina de Quickfood y produce las marcas Paty y Good Mark.

Argentina exporta  a China, Israel, Estados Unidos, Rusia, Alemania, Bahréin, Curazao. La carne argentina está en la mesa de cientos de países y en torno a ella se ha construido un negocio que en 2020 generó US$2.977 millones.

Entre abril de 2020 y el mismo mes de este año la carne aumentó 66% según datos del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), 20 puntos por encima de la inflación general.

El gobierno suspendió las exportaciones por 30 días, la Mesa de Enlace llamó a no comercializar con un paro, eminentemente político, al que adhirió el “presidente” de la FAA, contradiciendo los intereses genuinos de la Federación Agraria, aquella del grito de Alcorta, que representa los intereses de los pequeños productores que venden su producción total a frigoríficos formadores de precios, con un alto grado de concentración de mercado.
EXPORTACIONES Y SALARIOS

Quienes se sientan en la mesa de negociación con el gobierno son los representantes del Consejo Agroindustria Argentino y a través de Mario Ravertino, titular de ABC, frigoríficos exportadores, intentan encontrar una solución al problema que tenemos los argentinos, que exportamos lo que comemos, porque la ecuación de precios-salarios no cierra por ningún lado. Mientras las exportaciones de carne, cotizan a precios internacionales en alza, los salarios descienden por el tobogán de la pandemia.

La lógica de la propuesta de los frigoríficos es que la oferta a precios más baratos para el mercado interno se compense con la sobreganancia proveniente de la exportación, que tiene a China como un actor principal. Advierten que si se corta la exportación, el negocio más próspero se cae y comienzan los problemas de empleo.

El gobierno, por su parte, necesita encontrar un modo de contención de los precios en el corto plazo sin descuidar la oferta ganadera en el mediano y largo plazo.

La discusión entonces es: ¿Cuál es el cupo que tiene la demanda en el mercado interno? ¿Cuáles son los cortes que hay que proteger?, y si no se llega a un acuerdo aceptable, el gobierno deberá  establecer mayores tributos a las exportaciones de determinados cortes.

Una economía bimonetaria (herencia de la dictadura) desordena la planificación de la producción y distribución de los ingresos. Es necesario encontrar el camino del crecimiento con equidad social. Los actores políticos, económicos y sociales tienen la responsabilidad de acordar y poner en marcha un proyecto que incluya a todos los argentinos.

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