Quequén atrae para vivir e invertir

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El sector balneario no para de crecer, sin alterar su encanto natural

El sector balneario de Quequén se consolida como una opción turística para quienes evitan la masividad y privilegian el contacto con la naturaleza, con un paisaje más agreste y menos urbano.   La presencia de personas del ambiente artístico, que últimamente veranean en sus playas y postean fotos en las redes sociales le ha dato cierta notoriedad, una mayor visibilidad, incluso en medios periodísticos de alcance nacional.

Pero el encanto, la atracción que genera la zona comprendida entre el balneario La Virazón y Bahía de los Vientos, es anterior a la mediatización que le han dado algunos de sus más recientes visitantes.

“Tiene un microclima Quequén”, expresó metafóricamente el ingeniero Néstor Diez, desarrollador inmobiliario que, junto con su hijo arquitecto Agustín, están culminando un proyecto edilicio y ya comenzaron otro, frente al mar.

“Es alucinante cómo está Quequén”, subrayó Pablo Coronel, titiritero y músico que hace más de 30 años reside en esa zona balnearia y ha visto la transformación que ha tenido en los últimos años, con la construcción de costosas viviendas, modernos complejos edilicios y la instalación de locales gastronómicos. Al tiempo que espacios concesionados por el municipio, como el camping Monte Pasubio y el complejo La Hélice se jerarquizaron, cada uno con su impronta. Constituyéndose ese sector, a su vez, como un ámbito elegido por surfistas de todas las edades.

Tampoco puede dejar de mencionarse la prolijidad y el ordenamiento que le dio a un tramo de la calle 502 una obra simple, a la que algunos fundamentalistas se oponían, como es la vereda de cemento que realizó el municipio, en sintonía con la costa de Necochea, complementada con ornamentación.

Tanto Néstor como Agustín Diez consideraron muy importante que se haya dispuesto una altura máxima de 15 metros para la construcción de edificios (cuatro pisos), para que no se pierda la esencia de la zona balnearia quequenense.

“Quequén tiene un turismo especial, fundamentalmente conformado por gente de Buenos Aires, aunque proviene de muchos otros lugares”, indicó el ingeniero Diez, señalando que el visitante llega en busca de tranquilidad, a punto tal que “hay quienes pasan sus vacaciones en Quequén y prácticamente no visitan Necochea”.

Les fue tan bien con el emprendimiento que llamaron Bahía del Sol, que antes de entregar sus departamentos, compraron un terreno lindante, también con vista al mar, para construir otro complejo, Costa del Sol, del cual ya están ejecutando sus bases.

La comercialización de este complejo marcha muy bien, a pesar de haber comenzado en octubre pasado, en pleno proceso eleccionario, en un marco de gran incertidumbre política y económica.

“Tenemos el cartel puesto, hemos vendido el 70% del edificio y estamos a punto de arrancar con su construcción”, indicó el arquitecto Diez, que trabajaba en Buenos Aires hasta que la pandemia lo devolvió a Necochea, donde se instaló para trabajar junto a su padre, haciéndose cargo de la empresa constructora.

-¿Los clientes compran unidades para residir o lo hacen como inversión?

– Hay dos segmentos, La gente de Necochea lo hace como inversión generalmente. Pero los de Buenos Aires comprar para uso personal.

Néstor Diez tiene claro que no sólo en Quequén, sino en todos lados, un proyecto inmobiliario potencia a otro “porque lo que hace es mejorar la zona en general”. Lejos de competir entre desarrolladores con sus proyectos, se complementan. “Cuando ofrecés un buen servicio y diversidad, el mercado crece, que es lo que está pasando en Quequén”, reflexionó.

Está convencido de que éste es “un muy buen momento para invertir” en estos desarrollos inmobiliarios, aunque es consciente de que sólo para quienes tienen una capacidad de ahorro importante. “En la Argentina lo que falta es la parte financiera, que los bancos otorguen créditos, de modo que un asalariado pueda pagar su departamento en 20 años”, acotó.

En su caso, construye el complejo con fondos que los propios inversores aportan en el término de 24 meses Pagan en moneda nacional. “Es una buena inversión, porque generándose esa obligación en pesos, pasados dos años cuentan con un comoditie en dólares”; sintetizó.

Agustín, por tu parte, acotó que la mayor demanda es de departamentos con vista al mar. Por eso se buscan los de pisos más altos, ya que desde el primero se ven los tamariscos. No obstante, han vendido todos los monoambientes construidos al contrafrente, con vista hacia el Faro Quequén. Mucho influyó en ello el bajo costo.

La influencia de la gastronomía en un sector turístico no fue obviada, habiéndose construido locales para tal fin en la planta baja de estos complejos.

“Nosotros priorizamos que estén abiertos durante todo el año, de manera que el complejo cuente con servicios, tanto para quien viene a pasar un fin de semana como para el propietario del departamento”, indicó Néstor Diez, señalando que son tres los comercios allí instalados: confitería La Heroica, pizzería Vulcano y el almacén de bebidas Previar.

“Es importante que una vez que estén los tres complejos nuevos en funcionamiento haya complementariedad de servicios, estando entre ellos a 100 metros de distancia, lo cual le dará mucha vida al sector, sobre todo en invierno, porque te diría que en verano ya lo hay demasiado”, añadió el profesional y empresario.

-Es importante que este crecimiento edilicio se produzca en armonía con la naturaleza…

-Sí, esto es así porque ya lo establece la zonificación que determinó la Municipalidad, disponiendo una altura máxima de 15 metros, lo cual da una densidad media, contrariamente a lo que sucede en Necochea, donde hay torres de hasta 20 pisos.

Pero el mismo mercado demanda esto. Y un desarrollador va a hacer algo que a la gente le guste, porque si no ¿a quién se lo vende?  Lo que molesta, que no es el caso de la actual administración municipal, es que un burócrata, detrás de un escritorio, te quiere decir a vos lo que la gente quiere.

Desde otra óptica, como un vecino más, enamorado de Quequén,  Pablo Coronel se siente feliz ante este crecimiento del barrio donde reside y que se ha constituido en su lugar en el mundo, sin perder su cariño por el porteño barrio de Belgrano del que es oriundo, ni su amor por el capitalino club Defensores, como el periodista Santiago Veiga. “Tenemos que hacer la filial” , acotó sonriente…

“Me copa que vengan a conocer Quequén”, enfatizó el artista, subrayando que Necochea “es un lugar increíble, con mar, río y un bosque extenso” como es el Parque “Miguel Lillo”,  del cual muchos lugareños no terminan de dimensionar el potencial turístico.

“No se dan cuenta de que cuando viene el turista trae dinero, que gasta aquí, que es para nuestra comunidad Hay que alentar que haya inversiones”, concluyó.

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