Lo hizo el radicalismo necochense a 40 años del fallecimiento del ex presidente
Al haberse cumplido este miércoles 40 años del fallecimiento de Arturo Umberto Illia, el radicalismo necochense no sólo reivindicó la honestidad del ex presidente siempre reconocida, sino que puso énfasis en los logros de la gestión del gobierno iniciado en 1963 que concluyó con el golpe de Estado de 1966 encabezado por el general Juan Carlos Organía.
En un acto realizado junto al monolito construido en memoria de Illia en la Avenida 74 y Ruta 86, la concejal Adriana Pérez subrayó, tomando palabras de Pedro Azcoiti escritas en un libro, que “Illia constituyó todo un ejemplo humano, político y moral”.
Previamente, el joven Cristian Ferrerya había recalcado que “hoy es más que nunca necesario volver a Illia para marchar al futuro”, frase también volcada en el libro de Azcoiti escrito años atrás.
Junto al monolito fueron plantadas flores, tarea que estuvo a cargo de la consejera escolar Sandra Carolina Rodríguez y el dulcense Fernando Issín, por el comité de esa localidad.
Estuvieron presentes en el acto el aún presidente de la UCR local Alberto Esnaola, el ex diputado nacional Pedro Azcoiti, el ex intendente Daniel Molina y los concejales Gonzalo Diez, Adriana Pérez y Alejandro Bidegain. También se observó la presencia de dirigentes y militantes, entre ellos Graciana Maizzani, Damián Unibaso, Mateo Ruppel, Silvina Benítez, Adriana Díaz, Roberto Taurián, Walter Bravo, Abel Sarratea y Roberto Glen, entre otros. Por razones laborales no asistió la presidenta electa Carola Bertoldi.
“SU LEGADO SE AGIGANTA”
Adriana Pérez recalcó en su discurso, con relación a Illia, que “en tiempos en los que se intenta avanzar sistemáticamente sobre las instituciones de la República moldeando leyes y decretos, utilizando el poder político para garantizar la impunidad de unos pocos, tiempos en los que se degrada el debate político, tiempos en que la cancelación es una herramienta de anulación de quien piense diferente, su legado se agiganta y nos interpela a los radicales para que, sosteniendo valores como la libertad, la paz, el respeto por los derechos humanos, avancemos y garanticemos la democracia”.
Luego aludió a cierta prédica mediática destinada “ instalar que nuestro país resulta inviable si no es gobernado por el actual partido político (en el poder)”, señalando que “sin embargo, algunos de los datos que se pueden señalar de la presidencia de Illia rápidamente invalidad esa premisa”.
En tal sentido, dio cuenta del “presupuesto que destinó a la educación, la ciencia y la tecnología de un 20%, la sanción de la Ley Oñativia, el respeto absoluto a la libertad de prensa y opinión durante su mandato, la incorporación al Código Penal de la figura de enriquecimiento ilícito y el Plan Nacional de Desarrollo, entre otros datos”.
COMPARACIONES
Pérez reconoció que “las comparaciones son ingratas”, pero marcó un contraste entre Arturo Illia y Cristina Fernández de Kirchner en lo que respecta a criterios y conductas vinculadas con el erario público. “Mientras Illia rechazó la pensión de presidente, nuestra actual vicepresidenta no sólo percibe una dobre pensión de más de cuatro millones de pesos, sino que, además, ha realizado un reclamo por retroactivo ante Anses de cerca de 175 millones de pesos, cuando una jubilación mínima promedia los 60.000 ó 70.000 pesos, incluyendo además en dichos montos las dádivas que desde el poder se deciden otorgar”.
TEXTO DE AZCOITI
La concejal se permitió tomar palabras de Pedro Azcoiti contenidas en su libro “Volver a Illia”, uno de cuyos párrafos expresa: “Debimos los argentinos sufrir mucho para entender definitivamente el profundo sentido revolucionario y transformador del gobierno de Arturo Iliia. Hoy nadie discute el contenido progresista de aquel gobierno. Ya nadie se burla de aquel anciano bonachón que, sin embargo, detrás de esa engañosa apariencia escondía un auténtico estadista, un argentino lúcido y democrático como pocos, un empedernido y fervoroso defensor de la Constitución y las instituciones. Illia constituyó todo un ejemplo humano, político y moral. Su mensaje era el mismo de siempre, el de toda la vida, el respeto absoluto por la ley, al fuerza de todos como solía llamarla.. la vigencia de la Constitución Nacional”.
Dirigiéndose a sus correllgiionaros, finalmente expresó Adriana Pérez: “Ese mismo compromiso debemos renovar cada día los radicales para consolidar una país en democracia, cada día más justo y donde avancemos en el respeto a ultranza y la garantía de los derechos humanos”.
