Por JORGE GOMEZ (periodista)
Entre aquel escenario previo a las primarias de agosto y este que se presenta en diciembre de 2023 pareciera que hubiesen transcurrido, a nivel país, una avalancha de transformaciones que proyectan -se supone- la invasión y desembarco de los más que probables y agudos cambios en la administración del Estado nacional, circunstancias que tarde o temprano -expectativas al fin- estarían también arribando a las fronteras provinciales y por ende a las municipales.
En este particularísimo marco de infinidad de preguntas y carencia de respuestas es que estará jurando su segundo mandato como intendente municipal de Necochea el doctor Arturo Rojas.
Lo hará este lunes 11 de diciembre por la tarde (pronóstico además de mucho calor), tras lo propio que harán los concejales electos el pasado domingo 22 de octubre, en la renovación de la mitad del cuerpo de ediles del distrito, Departamento comunal que, si nada extraño ocurre, seguiría siendo presidido por el oficialista Guillermo Sánchez, reelecto asimismo en el aludido comicio de hace menos de dos meses atrás.
Y no fue hace mucho tiempo -nada más que un puñado de semanas- en que Arturo Rojas -el exponente excluyente de la Agrupación Vecinal Nueva Necochea- logró su reelección como titular del Ejecutivo necochense con casi el 50% de los votos positivos.
Pero es imposible desenganchar lo que eventualmente sucederá en la gestión del municipio local con esa hilera de planes y de propósitos que el presidente electo Javier Milei (La Libertad Avanza) aspira a llevar adelante a lo ancho y largo de la Argentina, con propósitos que, si se compara aquellas promesas del último invierno con las escuchadas en la previa a la primera y segunda vuelta presidencial, se conjetura un penetrante cambio en las formas y la cualidades del futuro manejo del Estado federal.
“Avanza la realidad”, frase que le pertenece al columnista de La Nación, Carlos Pagni, que difiere de los esbozos electorales de aquel Milei de hace semanas atrás.
EN PAUSA
La inminente puesta en marcha de su gestión nacional tiene a gobernadores, legisladores de los planos nacionales, provinciales y comunales, como así a intendentes y al mundo privado -aquí entra la mayoría de la población del país- casi en una suerte de pausa.
Los que algo saben admiten que lo que se viene no será una Argentina fácil y que ese probable estrés político de carácter institucional verterá hacia gestiones como lo será buena parte del primer trato de este segundo mandato al que pondrá proa el doctor Arturo Rojas.
El actual intendente asumió hace cuatro años con una comuna técnicamente sin recursos, a punto de que se le cortasen los servicios -se recuerda la falta de tono de algunos teléfonos por falta de pago-, y abarrotada de problemas que, relatados, serían innecesarios citar por aquí. La memoria ayuda y mucho en este sentido.
“Estamos ante una más que factible pandemia política, económica, financiera y social, en este caso no sanitaria”, puso en palabras un muy cercano colaborador del jefe comunal, con tono de voz que, sin querer hacerlo, semejó a quienes casi dispensan condolencias al despedir a un ser querido.
Todos los jefes comunales de la región, consultados al respecto, están con el ticket en la mano a la espera de subirse a una especie de montaña rusa -arquetipo de ejemplo-, con concurrentes con responsabilidades públicas que también han empezado a repetir una corta e inclemente frase: “No hay ni habrá plata”.
Aquel enunciado de lo que se jacta pertenece a la abstracta “casta” de que “si no tenés plata olvídate de hacer política (partidaria y pública)” se manifestaría camino, por el momento al archivo. Se verá si el perfume al pragmatismo toma o no cuerpo en los desconocidos túneles del poder nacional.
Arturo Rojas además de su reelección, basada en una correcta y prolija administración de la hacienda y de los bienes públicos, adicionado a una hilera de obras con financiación nacional y provincial, con una generosa partida comunal para finalizar las mismas, y con la acotación del recupero de espacios públicos y el sostén de los servicios que están bajo la responsabilidad y la tutela municipal, se mantiene asimismo expectante al desconocido escenario político que motiva la figura de Milei y el contenido de su bien cercana gestión nacional.
AXEL Y ARTURO
Quienes lo interpretan comentan que los canales de diálogo con el gobierno del reelecto gobernador Axel Kicillof estarían aceptablemente bien, pero este último estaría frente a un futuro que depende total y exclusivamente del socorro económico y financiero de las arcas que conducirá próximamente el presidente electo.
Sin estos capitales “extraordinarios” a la administración provincial se la consideraría “inviable”.
De allí se alega la dilación del remito al Concejo Deliberante del proyecto local de cálculo de recursos y presupuesto de gastos del ejercicio municipal 2024, expediente que, al no conocerse qué dinero o qué porcentaje de la coparticipación le corresponderá a Necochea, resultaría casi “una apariencia en cuanto a los ingresos”.
Un número ya se tiene en atención a la suposición por el pago de tasas -promedio desde enero del venidero año, con un ajuste del 140%-, pero sin aquel dato que emanaría de La Plata “estamos con las manos atadas”, se puntualizó.
Por lo tanto, será el nuevo Concejo Deliberante, con la mitad de su composición renovada -algunos fueron reelectos-, el que trataría este expediente, en un período de ordinarias del HCD prorrogado hasta el 31 de diciembre.
“Si googleamos las propuestas de Milei antes de las primarias, y añadimos las que expresó previo a la primera vuelta -22 de octubre- junto a las de la segunda vuelta -balotaje 19 de noviembre-, claro que ni Arturo ni otros sectores estaban de acuerdo con esas ideas, pero el accionar actual del jefe de Estado electo dista y mucho de aquellos dichos”, intentó dar cuenta un auxiliar del Departamento Ejecutivo al pretender proteger la postura del jefe comunal, quien y entre otros, brindó su apoyo al ex candidato Sergio Massa.
Claro que en Necochea de cada 10 ciudadanos que fueron al balotaje casi 7 lo hicieron por el dirigente de la Libertad Avanza, como así se recuerda que de aquellos 10 también sufragaron el domingo 22 octubre 5 de ellos a favor de Rojas. Diferentes comicios, diferentes decisiones.
En la compulsa nacional final se buscó el cambio, pero en Necochea no fue así. Están para ello y a la vista los resultados electorales.
“Será un 2024 al estilo (Juan) Gamba y (Enrique) Parisey”, apuntó otro funcionario de la administración municipal, aludiendo a la creatividad, ingenio y chispa de la dupla que pilotea el área de Cultura.
Y otra máxima que tiene su razón: “Equipo que gana, no se toca”, sugiriendo que el cuerpo de auxiliares políticos del intendente Arturo Rojas vería posiblemente algunos cambios, pero sin la espectacularidad que azuzan quienes quieren ver alteraciones que sostiene la supervivencia de los famosos chismes, convertidos por algunos en la “esencia del actual debate político”.
RENOVAR LA AGENDA LEGISLATIVA
Aquí cotiza una sugerencia, por no afirmar una casi súplica de que se eleve de una vez por todas la deliberación política necochense. La cualidad de esta suerte de petición dejaría fuera de la cancha a quienes les encanta moverse en el lodo de la nada que de tanto en tanto ingresa de vez en cuanto al histórico edificio del Palacio municipal.
La reelección de Arturo Rojas, a horas de jurar su segundo mandato consecutivo, está compeliendo a la oposición a empezar a trajinar (novicias construcciones políticas, por cierto) por senderos diferentes a los que ha vagado en los últimos años. Los números de la elección municipal de 22 de octubre así lo expresan.
La disyuntiva de que sea la austeridad el sello que regiría la gestión del naciente segundo mandato del jefe comunal, quien pide donde puede y ante quien se le cruce el menester de discutir y resolver otra fórmula para distribuir los recursos que salen de Necochea hacia Buenos Aires y La Plata, en un bochornoso unitarismo tributario, vuelve a enfocar la derivación de fondos municipales hacia los tres planos que absorbe una gran parte de la hacienda pública local: salarios, servicio sanitario de salud -sostén de hospitales, y centros de atención primaria-, y la recolección de residuos.
Anticipó que el venidero otoño, cuando comiencen las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, estaría enviando un proyecto de creación de un Ente Descentralizado de Salud. De ser así y quedar aprobado, recién estaría operativo en el ejercicio municipal 2025. La inversión sanitaria tiene de los pelos no tan sólo a esta gestión comunal sino que ha dejado exhausta a otras administraciones, con un drenaje de recursos que no descansa y agota cualquier partida presupuestaria que esté e la vista.
“Arturo te dice siempre la verdad”. Un santo y seña de una condición del intendente -que también tiene sus antagonistas- cuando asume un compromiso con los vecinos y con aquellos con los que firma convenios en nombre de la comuna de Necochea.
Y esa naturaleza política es la que se espera signifique al momento de decir algún que otro que “no”, cuando la demanda de recursos se le presente en su escritorio, a sabiendas -otra sospecha- de que sectores populares han escuchado la palabra “estanflación”.
Estos últimos serán los comprendidos -¿afectados?- en las consecuencias de lo que le ocurra a la futura economía y las finanzas argentinas, tanto públicas como privadas.
Arturo Rojas -según la ley que estuvo suspendida para este año electoral, pero que rige en la Provincia- no tendrá posibilidad de competir por otro turno como intendente en ese muy pero muy lejano 2027.
O sea que el reloj de arena le empezará a correr cuando en horas más esté jurando en el HCD, inaugurando su segundo mandato consecutivo. Algo similar -si no se aplaza la norma vigente- se asoma en el futuro del gobernador de la Provincia, Axel Kicillof.
El jefe comunal y el citado gobernador han hablado en privado. Y Rojas además lo está haciendo con los más cercanos al titular del Ejecutivo bonaerense.
Tanto de cuestiones de gestión -circunstancia institucional fin- como del porvenir político de ambos dirigentes reelectos ¿Y qué más? No hay fuente que sepa algo al respecto. Habladurías se apiñan unas con otras.
PEDIDO DE MAS RENOVACION
El intendente sostiene que las otras dos instituciones que considera preponderantes para que el Partido de Necochea pueda ir mejorando decididamente en cada uno de sus perfiles -todos ellos generan trabajo, por cierto-, deberían jalonarse en paralelo a los desafíos que promueve y pretende gestar de aquí en adelante como máxima autoridad política distrital.
Está hablando de la Usina Popular Cooperativa y del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén.
A la primera entidad la califica de pésimamente administrada y en camino a decisiones radicales que anticipó.
Mientras que sobre la restante se está a la espera de disposiciones de tinte provincial, con un conglomerado de operadores portuarios que estarían haciendo lo suyo, movida que resultaría -trascendió- en un importante giro en el gobierno del ente. Todo a prueba del “avance de la realidad”.
¿Qué Concejo Deliberante nacerá con la mitad que se verá renovada en horas más? El oficialismo -claro está- se encuentra orejeando cómo tener una mayoría para tranquilidad de quienes se sientan en los principales despachos del primer piso del Palacio municipal.
Pero no todo debería pasar por allí. Porque este segundo mandato de Arturo Rojas, además de la posible tempestad que sería el debate y la discusión política nacional, además de ésta con su alcance en el territorio bonaerense, tendría por escrito un rosario de ambiciones que requiere de fondos, de dinero.
Se habla y mucho de insistir con el desarrollo de obras barriales bajo el sistema vecino-municipio (los primeros ponen la plata y la comuna la mano de obra y maquinaria), como así de la variante de declarar de utilidad pública y pago obligatorio algunos proyectos de mayor envergadura, para lo cual se requiere la adhesión de un buen porcentaje de contribuyentes frentistas beneficiados con este tipo de emprendimientos. Se verá, en este sentido, cómo estarán los bolsillos de estos últimos, temerosos también del diluvio de medidas del hipotético ajuste presidencial.
¿Será la arena del HCD en la que política pública institucional nos ofrezca un mejorado nivel de tratamiento de lo que enviaría en calidad de proyectos el Ejecutivo o de lo que gestarían los concejales, con resultado en decisiones que podrían merecer más no sea un tibio aplauso ciudadano?
Un interrogante de tres renglones que está a la espera de contestaciones que el tiempo dirá.
“Arturo seguirá yendo a los barrios con la oficina móvil. Y dará la cara. Dirá que sí a lo que se puede y dirá que no a lo que no se puede hacer. Es su estilo”, recitó un allegado que es de acompañarlo en estas incursiones barriales.
Al mirar el vaso medio lleno se podría afirmar que el conductor municipal -reelecto como jefe comunal- está consciente de que siempre hay contratiempos (“siendo intendente, te despertás todas las mañanas y al segundo te dan el bebé cagado”, recordó un ex jefe del DE, explicando que jornada tras jornada florecen los problemas), pero “tiene equipo, temple, da la cara, dice no tener pero tiene proyectos en mente, es de abrir puertas y de tener paciencia para que se las abran, posee opciones frente a las dificultades que él y todos sabemos están a la vista, y además hay que sumarle el apoyo de esos miles de votos de octubre”, definió por estas horas otro de esos próximos que bien lo conoce a Arturo Rojas.
Presto este dirigente, con más de dos décadas en el devenir político local, a jurar este nuevo contrato de cuatro años como titular del Departamento Ejecutivo de la Municipalidad local.
Y está listo, preparado y con experiencia para darle lucha y respuesta a los trastornos que día a día se le cruzarán en su labor de intendente, sin dejar de soñar en grande en favor de Necochea, de Quequén, y de esas apreciadas localidades del interior del distrito que están cargadas -pese al clima espeso de este fin de 2023- de lozanas esperanzas y de nuevas ilusiones.
