Se recibe leche, pero también cualquier otro tipo de alimento
Continúa vigente la campaña solidaria denominada “Dona leche, dona vida”, destinada al hogar de ancianos Dr. García Landera, que en la actualidad tiene 45 residentes.
Al respecto habló Celina, una de las tres monjas que están a cargo del establecimiento. Lo hizo durante una nota telefónica realizada por el periodista Jorge Gómez en “Voces de la Ciudad”.
Celina, colombiana radicada en Argentina desde hace una década, manifestó en primer término el agradecimiento “a la comunidad que se ha volcado a ayudarnos, estamos muy bendecidas en este punto y hemos notado la colaboración y el cariño de toda la población”.
Además de ratificar la continuidad de la campaña, agradeció “a Eduardo García Rapp y Marita (María Esther), Horacio Parodi y mucha gente más, como los excombatientes de Malvinas o la Sociedad Española de Socorros Mutuos por la ayuda”.
El 1º de mayo el Hogar García Landera cumplirá 69 años, y según el reporte de Celina, actualmente hay 45 residente, aunque el cupo es para 70. “Nos falta bastante mantenimiento en el hogar, pero la situación económica del país es compleja y no nos libramos de ello, tenemos muchos gastos y la mayoría de los abuelitos son de familias humildes”, indicó.
“Nuestra congregación -precisó la religiosa- se llama Hermanitas de los Ancianos Desamparados, es una comunidad religiosa que se dedica en los cinco continentes a cuidar al adulto mayor”.
“Soy colombiana, estoy en Necochea desde hace ocho meses y en Argentina hace unos diez años. En el hogar somos tres hermanitas y por supuesto que personas voluntarias son bienvenidas, a la hora de la comida, a la mañana, para entretener a los abuelitos o en el aseo de ellos”, añadió.
Además de la leche, reciben “cualquier tipo de donación, sea económica o afectiva, ya que también necesitan compañía, personas que vengan a estar con ellos, a hacer alguna actividad de recreación o manualidad, o simplemente a dialogar con ellos. De alimentación, cualquier cosa que venga es bienvenida, todo se utiliza, somos 48 personas que comemos en el hogar. Asimismo, productos de limpieza y pañales”. También para la parte edilicia se necesita mucha mano de obra para hacer reparaciones, desde el techo hasta las cañerías y el piso.
No obstante, las monjas se sienten “muy agradecidas y bendecidas porque la comunidad de esta ciudad tiene un gran cariño y aprecio, y nunca nos ha abandonado en casi 70 años que tenemos aquí, siempre han estado presentes”.
