“Sólo el pueblo salvará al pueblo”

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Por HECTOR ISMAEL LLARIAS (militante peronista)

Después del reciente resultado electoral los opinadores políticos de turno harán sus reflexiones; algunas acertadas, otras no tanto y otras de acuerdo a sus apetencias personales.

En primer lugar debo aclarar que voté a Sergio Massa, que no me fue nada  fácil, todo lo contrario. Pero soy peronista y pertenezco a la militancia que comenzó hace muchísimos años   siendo muy joven. Años atrás en una emisora local anticipé que los políticos argentinos nos habíamos convertido en una nueva clase social alta y que funcionamos como tal, tantos que en  muchos casos una  clase sólo para  amigos y parientes.

No puedo negar la parte de responsabilidad que me toca, pues he ocupado varios cargos políticos y partidarios, pero jamás me considere parte de ninguna “casta”

Me estoy refiriendo a esa gran mayoría de dirigentes a los que no les importó ni les importará jamás cambiar la realidad de nuestros compatriotas… Lamentablemente, estos cipayos sólo cambiaron su realidad ¡y cómo!.

Hoy no debemos hacer leña del árbol caído, el peronismo es mucho más que esto. Lo que sí debemos es luchar incansablemente para que esta desgracia de dirigentes pseudoperonistas  no estén nunca más. Arruinaron nuestro partido y, lo que es más grave aún, provocaron la peor decadencia de nuestra Patria.

¡No está todo perdido compañeros!  Ha llegado la hora de que los peronistas de verdad volvamos a la lucha de militar día a día, a rehacernos de las cenizas, a aprender de nuestros errores para poder llegar a ser otra vez una alternativa a esta nefasta situación.

Milei no es el demonio, ni es extraordinario ni revolucionario, sólo es el “producto” de nuestros grandes desaciertos que nos llevaron a esta situación de crisis y de angustia popular.

Ni hablar de nuestros amigos del radicalismo, otrora un partido centenario, popular, honorable y democrático, con líderes que dedicaron su vida para cambiar este país.

Que dirían Yrigoyen, Balbín o Alfonsín si vieran que la mayoría de sus dirigentes partidarios están envueltos en una maraña de traiciones y luchas intestinas, sólo para salvar sus propios intereses personales y ambiciones egoístas. Qué pensaran de Leopoldo Moreau, de su hija Cecilia, de Ricardo Alfonsin y de tantos otros, convertidos en referentes del decepcionante gobierno de Alberto Fernández. Son lacayos del poder.

Mi respeto a la mayoría de argentinos que votaron un cambio, hastiados de tantos años de atraso, de corrupción pobreza y miseria a la que nos llevó este gobierno.

Respeto también aquellos que votaron está opción por su ideología que es el liberalismo a ultranza, aunque no las comparto. Él kirchnerismo aprovecho la impericia y debilidad de un Partido Justicialista carentes de dirigentes.

Con total convicción puedo afirmar que éste inigualable movimiento nacional y popular que es el peronismo de Perón y Evita va a resurgir de sus cenizas, de la mano de sus mejores hombres y mujeres que tenemos la obligación de retomar el camino perdido que es el de lograr una Patria justa libre y soberana.

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