La organización política se pronunció sobre los 100 años de Puerto Quequén
“Queremos una porción de la torta. No nos conformamos con que nos inviten a comer las sobras”, expresó el Movimiento Evita, cuestionando, en el marco de los 100 años de Puerto Quequén, el modelo agro exportador vigente al que define como “extractivista”.
La organización política que tiene como máximo referente a Emilio Pérsico y en el orden local a Luciano Lescano, expresó su acompañamiento el centenario de Puerto Quequén “con la expectativa de un futuro en el que el desarrollo portuario esté combinado con el desarrollo del distrito”.
Con referencia a los 100 años de la construcción de Puerto Quequén, que se cumplieron este viernes 2 de diciembre, señala el Movimiento Evita que se trata de “una obra que unió a los distintos sectores políticos de la época con el fin de poder pensar en el desarrollo del comercio ultramarino”.
Añadió luego que “los años fueron pasando y los sectores exportadores de granos fueron concentrando cada vez más poder. La privatización de los puertos, promovida en el año 1991 por el presidente Menem, ató la suerte de los puertos a los intereses de esos grandes grupos empresarios extranjeros”.
A criterio de este movimiento, “mucha agua ha corrido debajo del puente caído y los sueños de aquellos pioneros que veían en nuestro país la potencia de una economía modelo a nivel regional, se esfumaron ante el avance del modelo agro exportador extractivista”.
Añade posteriormente el comunicado que “hoy todos los ciudadanos somos testigos de la inequidad, somos solo meros observadores de las riquezas que comercian a través del Puerto. Más allá de los cientos de puestos de trabajo que generan las actividades portuarias, es necesario que reflexionemos de qué manera les trabajadores podemos agregar más valor a nuestros productos que hoy se comercian a granel”.
El Movimiento Evita brega por “pensar un cambio de esta matriz productiva y contemplar el agregado de valor como una de las salidas a estos procesos de crisis”.
Asimismo, considera que si los trabajadores quieren ser partícipes de estas ganancias, deben organizarse y luchar por sus derechos. “Es deber del Estado garantizar el trabajo para sus ciudadanos. No queremos sólo ver cómo las exportadoras extranjeras se llevan el pan de nuestros hijos y nos dejan, sobre todo a los vecinos de Quequen, erosión de nuestras costa, polución, problemas de salud y deterioro de nuestras calles”.
Es en ese esquema de pensamiento que sostienen finalmente su pretensión de reclamar por “una porción de la torta. No nos conformamos con que nos inviten a comer las sobras”.
